Para poder llorar los hijos
toman prestado el rostro de la abuela muerta
Dios sigue siendo una piedra que se llena
de musgo en el jardín del lado
Con la memoria en llamas
en medio de una lucidez terrible
tiemblo me empapo
sigo encontrando trozos de espejo en las veredas
un candado habita en la puerta de la iglesia
cruces de alquitrán sin nombre
palpitan bajo nuestros pasos
Alguien dijo que este día
sería frágil
como la muerte
Con un beso ciego atravieso el silencio
y me hundo en la pupila de esta noche inabarcable
Yenny Paredes, Lof Sitiado: Homenaje poético al pueblo mapuche de Chile, LOM Ediciones, 2011.
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