Apuntes para una crítica de la razón poética



              
Digamos, por ejemplo:
por un punto dado fuera de la luna
sólo podrá trazarse a dicha luna
una perpendicular y sólo una.

O también:
llámase barroco a todo aquel
para quien la distancia menor
entre dos puntos
es la curva.

Preposición:
pasar de la poética de la moral
a la moral poética.

Ejemplo:
de dos peligros debe cuidarse el hombre nuevo:
de la derecha cuando es diestra
de la izquierda cuando es siniestra.

En resumen:
más vale ser cabeza de león que cola de ratón.

El mejor modo de esperar es ir al encuentro.

Mario Trejo. Antología poética. FCE,  2006.

Grave suave




en tu su entendimiento
indefinido plural
retozan ávidos roedores
una serpiente
porcelana extraordinaria
hunde en la mermelada
          cabezas ausentes

Esteban Moore. Poemas 1982-1987. Calle Abajo, 1991.

El frágil Manuelito



El recuerdo canta en su dormida
Y el ardor de ese canto
pareciera un renacer sinuoso de lenguas y de bocas
La tierra entonces era un mar
agitado por el viento
Viento del mar de los cañaverales
cimbreantes las hojas por los besos
Mi padre
sólo un relumbre de los días
caminaba derechito hacia su muerte
Hay una inscripción en la piedra que dice:
Aún respiro en el deseo
Aún clamo en la vertiente que abrí de un tajo

Leonardo Martínez. Los ojos de lo fugaz. Ediciones del Dock, 2010

La estadística



Buenas,
yo soy el que aparece en la estadística
y lo agradezco,
me arreglaría con menos, sabe
pero a mis chicos les enseño
a usar la ropa de sus primos,
que no se tira el pan
sin intentar
transformarlo en budín o una tostada.

Bueno aquí estoy,
soy el habitante de la patagonia
vengo
por mi kilómetro cuadrado.

Rafael Urretabizcaya. Informe sobre Aves. La grieta, 2011.

Son dos manos desnudas, tan desnudas



En toda esa saciedad, urge una desgracia.
Deslizado en sábanas pulcrísimas piensa un infeliz.
En dulces nalgas piensa, sólo esa victoria.
De sus leales blancuras surgen animales sin suerte.
Arrancar un sueño para sí, esa violencia.
Atrapa un insecto. Muy cerca de sus ojos lo lastima.
Le quedan reflejos azules, pedazos de ala.


Laura Klein, A mano alzada, Libros de Tierra Firme, 1986