Yo no sé si emigraron
los cielos extraviados que se buscan a tientas.
Yo no sé si defiende la noche el equilibrio
del animal que aúlla a la deriva,
si el olvido se acerca galopando,
o golpea temprano en las ventanas
del hombre que aún acecha.
Nunca supe siquiera dónde vive la muerte,
dónde están su taller,
sus herramientas.
Máximo Simpson, A fin de cuentas, Del árbol, 2008
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